lunes, 25 de agosto de 2008

Cuenta Regresiva




Acá estamos, en la cuenta regresiva… En un mes más dejamos nuestro querido Mount Maunganui para lanzarnos a la aventura del viaje Non Stop por el sur de NZ y el sudeste asiático. Guau.
Estamos con sentimientos encontrados: por un lado, increíble empezar a viajar y descubrir nuevos lugares, nuevas culturas y nuevas personas. Por otro, se siente una pena grande dejar nuestro flat, los amigos que acá hemos hecho, las calles, la playa, el packhouse con todos sus personajes… en fin, nuestra vida en Mount.
Han sido meses que han tenido de todo, experiencias miles, anéctdotas para la historia, penas y alegrías. En el camino hemos ido conociendo personas increíbles, que nos han abierto las puertas de sus vidas para compartirlas sin límite con estos chilenos de exportación. Así, hemos descubierto que los kiwis son unas personas maravillosas, que nos han enseñado mucho con su inocencia, capacidad de entrega, de confianza en el del lado, de solidaridad y fraternidad. Nos han tratado como a su familia y nos han hecho sentir que nos conocíamos de siempre. Va a ser duro dejarlos.
The Kiwi Experience ha sido notable, les juro que este es un país que enseña a disfrutar la vida a concho y a gozar cada segundo del día. No saben los amaneceres con que empezamos cada día al irnos a la pega. Un sueño.
Y la playa… voy a echar de menos lo trotes en la orilla, con el aire más puro y limpio del mundo, las subidas al Monte y las idas a las Hot Pools cuando está lloviendo.
La vista del Monte desde nuestra pieza. Mis nuevas clases de cocina junto a Hanne (nuestra nueva flat mate de Finlandia), las idas a la biblioteca, las salidas con nuestros amigos del rugby, los asados chilenos que tenemos en Thai Street apenas aparece un rayo de sol. Los bares smoke free con bandas en vivo. La posibilidad de ir caminando o en bicicleta a cualquier lado. Las casas sin reja. Las kumara potatoes (pero me enteré que nuestro camote chilensis es igual… por suerte!!). El Pack n` Save, nuestro supermercado estrella que es lo mismo que vendría siendo para nosotros el Laider. Las tardes de cine y documentales. Los bailongos en el Corner Stone. Las tallas de los Malasios. La sonrisa de Susie, nuestra supervisora. El relajo de caminar por la noche sin tener miedo a que te roben. La cantidad de gente que vez haciendo deporte en las calles. Los desayunos en el comedor con los flatmate, que esas horas de la madrugada se parecen más a los zombies que ha otra cosa. Las clases de inglés made in house. Lo mala que es la tele acá. El chocolate Canterburry de Caramelo.
La sonrisa kiwi en cada lugar.
Pero bueno, no queda más que disfrutar estas últimas semanitas que se vienen con tutti. Ya estamos organizando con la comunidad chilena que hay acá, celebrar el 18 como corresponde. Me propuse aprender a hacer empanadas… a ver que resulta, jajajajaja. Mary empanadera… quien lo iba a pensar.
Aunque vamos con fe como dice Javier, miren que en la isla tipo Lost todo puede pasar.

Un abrazo gigante a todos. Se les extraña muchísimo.

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